THE FOUR FOUNDATIONS OF SECURITY

2025 has been a year of awakening. After walking through loss, I’ve found myself in a place I never imagined, stronger, softer, and more grounded in who I truly am. The pieces that once broke me have become the foundation of everything I’m building now: a life led by faith, purpose, and peace.

But my story didn’t begin here.
I was born and raised in Mexico, surrounded by color, culture, and faith that taught me perseverance and hope. I’ve lived in different cities, changed directions more than once, and learned that courage isn’t the absence of fear, it’s the decision to begin again even when you don’t know how things will unfold.

In 2022, a near-death experience opened my eyes and gave me the strength to face the battles I had been avoiding. 2023 became a year of deep confrontation and healing, a season where I finally faced myself, found love again, and dared to believe in new beginnings. But in 2024, everything changed in the blink of an eye. I lost my husband on my daughter’s birthday, just one day before welcoming our baby boy. Overnight, I became a solo mother of four children under seven, standing between grief and survival with no choice but to move forward.

From that darkness came a different kind of light.  
I turned my need for stability into growth, studying, healing, and creating. I became a licensed Life Agent and a certified Life Coach. I wrote and decided to gather parts of my journey into five published books, in both English and Spanish, each one carrying the same message: that even from ashes, something beautiful can rise.

Today, through what I call The Four Foundations of Security: Mental, Emotional, Physical, and Financial, I share the lessons that are helping me rebuild from within. Because life may change without warning, but faith, love, and consistency can turn any ending into the start of something extraordinary. And above all, I’ve learned the importance of enjoying our todays, all of them.

From what we can touch and feel to what only exists as a belief or a dream. To look at the person in the mirror with kindness, no matter the context. To accept what we don’t like so we can improve it, and to embrace what we love, to see our own light, to recognize growth in our reflection, and to allow ourselves to feel proud of becoming.

Because healing is constant. It isn’t something we conquer, but something that quietly brings peace within us. And that peace, more than anything, is what makes us whole.

 El 2025 ha sido un año de despertar. Después de caminar entre la pérdida y la reconstrucción, me encuentro en un lugar que nunca imaginé, más fuerte, más sensible y más en paz conmigo misma. Los pedazos que alguna vez me rompieron se han convertido en los cimientos de todo lo que hoy construyo: una vida guiada por la fe, el propósito y la serenidad.

Pero mi historia no comenzó aquí. Nací y crecí en México, rodeada de color, cultura y fe que me enseñaron perseverancia y esperanza. He vivido en distintas ciudades, he cambiado de rumbo más de una vez, y he aprendido que el valor no es la ausencia del miedo, sino decidir comenzar de nuevo aun cuando no sabes cómo saldrá todo.

En 2022 tuve una experiencia cercana a la muerte que me abrió los ojos y me dio la fuerza para enfrentar las batallas que había evitado. El 2023 fue un año desafiante, de confrontación y sanación profunda, una etapa en la que por fin me enfrenté a mí misma, volví a encontrar el amor y creí nuevamente en los comienzos. Pero en 2024 todo cambió en un instante. Perdí a mi esposo el día del cumpleaños de mi hija, solo un día antes de recibir a nuestro bebé. De un momento a otro me convertí en madre sola de cuatro niños menores de siete años, entre el duelo y la supervivencia, sin más opción que seguir adelante.

De esa oscuridad nació una nueva luz. Transformé mi necesidad de estabilidad en crecimiento, estudié, sané y creé. Me convertí en agente de vida con licencia y en Life Coach certificada. Escribí y decidí reunir parte de mi camino en cinco libros publicados en inglés y en español, cada uno con el mismo mensaje: que incluso desde las cenizas puede renacer algo hermoso.

Hoy, a través de lo que llamo Los Cuatro Fundamentos de la Seguridad: Mental, Emocional, Física y Financiera, comparto las lecciones que me están ayudando a reconstruirme desde adentro. Porque la vida puede cambiar en un instante, pero la fe, el amor y la constancia pueden convertir cualquier final en el comienzo de algo extraordinario. Y, sobre todo, aprendí la importancia de disfrutar nuestros hoy, todos ellos.

Desde lo que podemos tocar o sentir hasta lo que solo existe como creencia o sueño. Mirar con ternura a quien nos observa en el espejo, sin importar el contexto. Aceptar lo que no nos gusta para poder mejorarlo, y abrazar lo que amamos, reconocer nuestra propia luz, notar el crecimiento reflejado y permitirnos sentir orgullo de lo que estamos llegando a ser. Porque sanar es un proceso constante. No es algo que se conquista, sino algo que en silencio nos regala paz con nosotros mismos. Y esa paz, más que nada, es lo que nos hace completos.